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viernes, 29 de octubre de 2010

EL VINO EN MANOS DE LOCOS


"De esta forma vender vino es imposible"


Es muy interesante que el mundo del vino sea un mundo vivo y que exista discusión, novedades, tendencias, estilos y todo lo que haga falta, pero estamos llegando a un punto que esto no hay quien lo aguante ni quien lo entienda, porque no se si estarán de cuerdo conmigo, pero lo que yo creo que necesita el mundo del vino es vender un poco más y el ciudadano beber cada día un poco mejor, cosa que cada día se hace más.

Si todas las novedades aportan algo para vender más, bienvenidas sean, pero si parte de estas novedades lo que hacen es limitar su placer, degustación y cata, a ciertas horas de la madrugada en ciertas fases lunares, la verdad es que resulta un poco “lunático” como mínimo, y de  lunáticos este mundo está lleno.

Lo del cambio climático , pues bueno está bien, aunque se confunde a veces cambio climático con los ciclos de la naturaleza y aún quedan muchos ciclos donde volverá el frío al igual que las épocas de sequía , etc.
Ahora hay una corriente que pide que vuelvan los depósitos de cemento, en contra del inoxidable, que rechazan las barricas de roble, porque maquillan los vinos, etc. Bueno todo se admite y crea discusión y el vino sigue vivo, aunque detrás siempre hay un trasfondo comercial.

Porque digo esto de una forma tan marcada, porque lo último sobre cata de vinos ya resulta incluso bochornoso.
Me refiero a los calendarios que están circulando por Internet y en el bloc de “debrujasyvino.blogspot.com”.
Según estos señores o inventores de esta nueva historia, para catar un vino hemos de mirar la fase lunar y esperar que esta esté en su apogeo o punto concreto, o sea, respecto a España hay que esperar hasta las 2 o 3 de la madrugada y tan sólo 14 días de 31, me refiero al mes de octubre-2010 (calendariobiodinamico.com).

Según este calendario existen los días: fruta, flor y hoja, y claro catar un vino en los días hoja, perece ser que el vino lo único que da son los aromas herbáceos, vegetales, etc., lo peor de cada uno.
Parece que estamos ante la calificación de los días fértiles de cada uno. Por ahora no habla del horóscopo, porque a lo mejor resulta que también tiene su importancia  y todas las pitonisas empiezan a dar clases de cata o de cómo catar, podría ser y ya sólo faltaría eso.






Ya estamos malinterpretando el biodinamismo o mezclándolo de tal forma que resultará que las personas, consumidores normales que se inician en este mundo tengan que además de comprar un vino esperar una fase lunar y al día siguiente no poder ir a trabajar porque ya me dirán ustedes, si hemos de catar a las 2 de la madrugada quien es el guapo que al día siguiente va a trabajar.

La agricultura o viticultura biodinámica a existido desde tiempos inmemoriables, de hecho en muchos lugares de España  (el resto del mundo también), siempre el vino se embotelló en la fase lunar de cuarto menguante, y de esta forma no se picaba o no se pica, a la vez, de todos es sabido que las fases lunares tienen su acción sobre la pesca, las mareas, al recolección de los vegetales y plantas, el embarazo de ciertos animales , estado anímico de las personas, y un largo etcétera que podríamos seguir citando ya que somos hijos de la naturaleza y su acción, pero eso no tiene nada que ver con lo que exponen estos señores con los calendarios de cata.
Me parece perfecto eso de enterrar un cuerno y después molerlo y añadirlo a un líquido , caldo bordelés  u abono orgánico y dárselo a la planta , en este caso a la viña, lo de mirar las fases lunares en función de los tratamientos, lo de vendimiar o deshojar mirando todo esto, es normal y se ha hecho y se sigue haciendo en muchos lugares de nuestro variado país.

Aunque muchos vinos que ahora son biológicos son cada día más mediócres, y algunos se los están cargando.

Que quede bien claro que yo no estoy ni en contra de la acción de la naturaleza, ni en contra de cualquier cosa que sea beneficiosa para el vino desde un punto natural y si estoy a favor de la ecología y del biodinamismo siempre que se puede hacer bien.

Lo que ocurre es que estamos pasando el límite entre lo correcto y lo snob, entre la cordura y el desconcierto.

Yo no puedo aceptar que un vino se presente como ecológico o biodinámico y se presente con tapón corona o sintético y se desprecie un producto natural como es el corcho, resulta un poco chocante a la vez que demuestra poca coherencia con lo que se defiende.

Lo que necesitan las bodegas y el mundo del vino en general es que apoyemos su consumo moderado, que se enfatice en el vino como producto alimenticio y saludable, eso si siempre con moderación y no que se inventen historias para limitar su placer , llevándolo a niveles que rozan lo absurdo.
 Hay que pensar que detrás de cada bodega hay muchas inversiones, muchas ilusiones, muchas familias y puestos de trabajo, sin hablar de las hipotecas , etc. Y esto hoy día es en lo que hemos de pensar y darle prioridad, siendo críticos, ya que lo cortés no quita lo valiente.

Yo tengo un amigo o conocido que tenía (imagino que sigue igual) que catar los vinos en unas horas determinadas, en un lugar en silencio a oscuras o con una luz determinada y de esta forma decía que el vino le hablaba mejor….le decía más cosas, y un largo etcétera, que bueno , estaba bien, pero nada más.
Después con una música diferente, es una historia bonita, aunque siempre muy sugestiva, ya que depende de cada uno o de su cultura musical, pero creo que estas acciones acercan más el vino a la sociedad en general, aunque sólo sea a una parte de ella.

Pero esto de los calendarios biodinamicos para poder tomarse una copa de vino, me resulta inaudito, por ser correcto, porque si dijera en realidad lo que pienso, rozaría el sarcasmo o cualquier otra cosa.

¡¡¡¡Salud y vino ¡¡, beban y disfruten, con moderación y miren la siguiente página web (wineinmoderation.eu/index.phb) y aprendamos a disfrutar bajo la coherencia y la corrección.


Juan Muñoz Ramos

Pte: ASU&MSE

lunes, 18 de octubre de 2010

FERTILIZACION DEL VIÑEDO

La fertilización mineral de fondo o de preplantación del viñedo se plantea en términos clásicos con los objetivos de favorecer el establecimiento rápido y correcto de las cepas y mejorar en algunos casos la fertilidad del suelo. Se contempla aplicar al suelo aquellos elementos como el potasio, fósforo y magnesio menos móviles en el suelo y más estables y con los que el viñedo es exigente cuantitativamente, y se
pretende que estén a disposición de las raíces a medida que colonizan el suelo, y satisfagan las necesidades.



En ciertos suelos se considera también como elemento de la fertilización de preplantación el boro que, si bien las necesidades del viñedo son discretas en este elemento, puede resultar importante su disponibilidad en suelos con niveles bajos o muy bajos. Se considera que la ocasión antes de la plantación permite de forma fácil y a todo el suelo incorporar en profundidad los fertilizantes minerales, debemos de tener en cuenta que antes de plantar es la única ocasión de acceder al conjunto del suelo sin las limitaciones de las cepas y sus raíces, postes y tutores de las estructuras de conducción, instalaciones de riego, u otros elementos limitantes.

Los elementos minerales que son considerados en la fertilización mineral de fondo son el fósforo y el potasio como más comunes; el magnesio resulta menos frecuente y el boro raramente. El planteamiento de la fertilización de fondo en cualquiera de sus elementos debe apoyarse siempre en el estudio adecuado del suelo y de las necesidades y objetivos del viñedo, para ello es decisivo que las muestras de suelo se tomen
correctamente (hecho no todo lo frecuente que sería deseable), de manera que el análisis del suelo nos permita su correcta interpretación.

Existen diferentes tendencias en el planteamiento de la fertilización de preplantación, desde los que recomiendan aportaciones masivas en fósforo y potasio y, ocasionalmente, en magnesio, a pesar de cuestionarse la baja eficiencia, a otros que se inclinan por aportes moderados y algunos que son partidarios de no practicar la fertilización de preplantación, e iniciar desde el comienzo un programa único de fertilización acorde con las características del viñedo y las necesidades de las plantas Esta última posibilidad se basa en la existencia de fertilizantes y medios de incorporación mecánicos o, mediante sistemas de fertirrigación que
posibilitan que las vides dispongan de los elementos minerales necesarios al ritmo, tiempo y forma que los precisan.

No resulta simple determinar las cantidades a aplicar en el abonado de preplantación, se aconsejan cantidades variables según suelos, que pueden ir desde no recomendarse nada para suelos ricos o muy ricos, a proponerse como cantidades indicativas: 200-300 Kg/ha P2O5, 400-800 Kg/ha K2O, 60-100 Kg/ha MgO, nada de nitrógeno y, en caso de carencia, de 2 a 3 Kg/ha de boro, en algunos textos de Australia, considera para la preplantación de 0,5 a 1 t/ha de superfosfato (18-45% P2O5) y 1-2 t/ha de sulfato de potasio (50% K2O) aplicados a 15-40 cm de profundidad. Los expertos del ITV, en Francia (1995) consideran que, generalmente, la constitución de un stock de 200 Kg/ha de ácido fosfórico y de potasa, está
considerado como suficiente, pero que, evidentemente, deben ser corregidas estas cantidades en función de las características y composición del suelo. También y a titulo orientativo, algunos textos nos recomiendan
que, en función del análisis del suelo, del porta-injerto y de la producción prevista, las dosis pueden ser muy variables. Las aportaciones de ácido fosfórico y de potasio recomendadas durante la preplantación en suelos
normalmente dotados, para una producción de calidad:. 200 unidades/ha de P2O5 en suelos calcáreos y 300 en suelos neutros o ácidos;. 300 unidades/ha de K2O en suelos arcillosos o limosos y 0 en suelos arenosos;
en suelos pobres. 300 unidades/ha de P2O5 en suelos calcáreos y 400 en suelos neutros o ácidos, y 600 o más de K2O en suelos arcillosos o limosos, y 200 en arenosos.




  Todas las cifras son cuestionables y, siempre precedido de un adecuado estudio del suelo, no debemos de olvidar la posibilidad de contemplar iniciar con medios adecuados la fertilización a partir del establecimiento
del viñedo.



Autor: Jose Ramon Lissarague.
Prof. Titular E.T.S.Ingenieros Agronomos.

miércoles, 6 de octubre de 2010

El Corazon "Partio"

Se mueve el mundo del vino. Poco, pero se mueve. No se sabe a quién beneficiará, por eso tengo el corazón partío. Por una parte, la necesaria concentración empresarial está empezando a producirse, lenta y compleja, pero hay movimiento y, por otra, los grandes movimientos no se producen en el ámbito de las empresas
españolas. Me explico:

Hace mucho tiempo que vengo revindicando el necesario tamaño crítico de las empresas, la necesidad de profesionalizar la gestión, de mirar al mercado mundial, a las tendencias de consumo y a los clientes; por tanto, no seré yo la que se desdiga ahora. Mi bien conocida vocación internacional y mi ascendencia escocesa me protegen frente al provincianismo que nos rodea. Pero eso no impide que prefiera que
las empresas que lideren esa concentración, que piloten el cambio, sean de capital español. No puedo dejar de sentir orgullo por empresas como Zara en el textil o el Santander en el sector financiero, Telefónica
en telecomunicaciones, lo mismo que me alegra que ganemos el Mundial o que Nadal, Gasol, Almodóvar, etc. sean españoles y no franceses o americanos. Sentimientos aparte, el interés en este caso también es económico, porque es verdad que tenemos grandes grupos españoles en el sector del vino que lo están haciendo muy bien y peleando duro, pero no es igual para el futuro del vino español (por el tamaño de quien compra y a quien compra) que los dueños de Premium Wine Brands, la nueva filial de vinos de Pernod Ricard que absorbe lo que fuera Domecq Bodegas, no sean españoles. Para que no haya dudas: mis más sinceras felicitaciones a los dueños y los directivos de Pernod. Han hecho una operación de libro pero...

Las políticas de las multinacionales son, lógicamente globales, y por globales me refiero a que defienden intereses internacionales (con la, a veces, única y lógica prioridad del origen del capital mayoritario). El
comercio internacional juega en otra división y por lo tanto los localismos no tienen sentido. El tablero de ajedrez abarca el mundo y los peones se mueven en función de la partida mundial. Ahora es el caso de
Campo Viejo: hoy esta en la DO Rioja, pero ya anuncian que en el futuro no lo estará. Eso quiere decir que Premium busca marcas multi DO. Hasta ahora, La Rioja se había opuesto, de hecho está específicamente
prohibido en el reglamento de la DO. Recordemos el pleito entre la FEV y Rioja, motivo de la salida de éstos de la Federación. Pleito que, si no recuerdo mal, sigue en vigor. Dándose la paradoja de que los mismos
que en el Consejo Regulador defienden una cosa, para sus bodegas proponen otras. Desconcierto de muchos, ¿ganancia de multinacionales?

Hay importantes conclusiones que sacar y muchas reflexiones urgentes. En primer lugar, a propósito de la legislación vinícola española, que va a ser definitivamente sometida a presiones de revisión. Muchos
llevamos años diciendo que estamos excesivamente encorsetados para competir en mercados internacionales (como nosotros no hacemos los deberes, vienen de fuera para hacerlos por nosotros). En este mismo
sentido, el de las competencias de las DOs, las interprofesionales y las asociaciones que defienden los distintos intereses: los de los agricultores o los de los empresarios. Porque, entre otras cosas, ¿quién podrá
garantizar su promesa de mantener los precios? ¿Qué político negociara en Bruselas los intereses del campo español cuando el precio de la uva de Rioja lo decide un francés? Definitivamente comienzan, con esta operación, a difuminarse las fronteras del vino español, quizá beneficie al consumidor, que somos todos. Además, ¿quién puede poner puertas al campo? –nunca mejor dicho en este caso–. Aun así, no puedo dejar de pensar que me gustaría que fueran los grandes grupos españoles los que reaccionaran y salieran al mundo a pilotar este ya imparable cambio.


Monica Muñoz
Editora de Mercados del Vino y La Distribucion